El software robaba la información antes de mostrar un mensaje de error pidiendo al cliente que reenviara los datos. Los hackers, que se cree pueden estar situados en Rusia, obtenían así los dos códigos de acceso necesarios para transferir dinero desde las cuentas.
La empresa McAfee se ha mostrado muy preocupada por el caso: "esto es una preocupación para cualquier usuario de banca en línea, ya que la amenaza a las instituciones consideradas "seguras" es cada vez más frecuente."
Este robo se considera como el más grande robo de la historia de internet.
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