En segundo lugar, la metodología educativa, la pedagogía y la didáctica son cruciales en el logro de los objetivos y propósitos. Al respecto, clases orientadas al aprendizaje de los alumnos y no a la enseñanza tradicional de los profesores, son fundamentales para que los estudiantes logren los objetivos. Consecuentemente, en cada sesión ellos resuelven un problema (“learning by doing”) con el apoyo tutorial (y no “magistral”) del profesor. Y en este contexto el lenguaje de programación debe estar al servicio de la metodología educativa.
En tercer lugar, ya en la tarea de seleccionar el lenguaje de programación de apoyo, los criterios principales son el paradigma de programación; la orientación o el área principal de aplicación, y su carácter profesional o educacional. Concretamente, desde los años setenta, la secuencia de lenguajes que hemos utilizado en el primer curso ha sido:
Lenguaje |
Paradigma |
Orientación |
Carácter |
FORTRAN |
imperativo |
científica |
profesional |
ALGOL-W |
estructurado |
científica |
educacional |
RATFOR |
estructurado |
científica |
profesional |
Pascal |
estructurado |
general |
educacional |
Turing |
estructurado |
general |
educacional |
Java |
multiparadigma |
general |
profesional |
Python |
multiparadigma |
general |
profesional |
Porque es un lenguaje interpretado, “multiparadigma”, “multipropósito” y profesional, que presenta fortalezas adicionales respecto de Java que lo convierten también en un lenguaje educacional. De hecho, permite escribir de una manera sencilla programas “imperativos”, “estructurados” y “orientados a objetos” con características que facilitan el trabajo de los principiantes: tipos dinámicos; funciones y estructuras de control con indentación obligatoria; clases predefinidas para strings, archivos e interfaces gráficas; estructuras dinámicas (listas, tuplas y diccionarios) en lugar de arreglos de tamaño fijo…
Python es un “lenguaje de autor” con un “dictador vitalicio benevolente” : el holandés Guido van Rossum. La primera implementación del lenguaje es de 1991, es decir, antes de Java, pero continúa evolucionado y compitiendo en el hábitat Internet/Web. La idea de Python es que programar sea “divertido”, como sus inspiradores los comediantes ingleses “Monty Python”, que dicho sea de paso explica el nombre del lenguaje (y no la serpiente Pitón como se insinúa en algunos textos y en el escudo de nuestra U ).
En un curso para 800 alumnos, con 8 profesores y 16 ayudantes, un cambio de lenguaje necesitó de una preparación cuidadosa. En nuestro caso experimentamos exitosamente el cambio en nuestra XI Escuela de Verano para estudiantes de Educación Media. Sin ánimo de parecer pitón (adivino, mago), con el lenguaje Python esperamos lograr un salto cuantitativo en el rendimiento de los alumnos, dentro del salto cualitativo alcanzado anteriormente con una metodología educativa orientada al aprendizaje de los alumnos.
En síntesis, ¿el lenguaje importa? Sí, pero en la medida qué estén bien definidos el “por qué”, el “para qué” y el “cómo”. Igual suena sexy ¿o no?
Fuente: http://dccuchile.blog.terra.cl/2011/04/13/%c2%bfel-lenguaje-importa/
Por: Juan Álvarez Rubio. Departamento de Ciencias de la Computación, FCFM, Universidad de Chile