Las versiones recientes de Canonical Ubuntu 8.04 y Red Hat Fedora 9 –dos de las mejores distribuciones de Linux– representan otro paso adelante en la evolución del escritorio de Linux. He venido usándolas a ambas para determinar cuál de ellas ofrece la mejor combinación de facilidad de uso y características.
Ubuntu 'Hardy Heron'
Desde de la versión 5.10 (también conocida como Breezy Badger) en 2005, Ubuntu Linux ha ofrecido una alternativa gratuita y bastante estable a Microsoft Windows. Con su instalación Live CD a base de clics y su capacidad para reconocer una amplia gama de dispositivos de hardware, Ubuntu ha cambiado la forma en que muchas personas veían a Linux.
La última versión de Ubuntu, la 8.04 (también conocida como Hardy Heron), se afirma en los sólidos cimientos de sus predecesoras. Hardy Heron tiene un mejor terminado y es más refinada que cualquiera de las otras distribuciones de Linux que he visto.
Desde el principio, la experiencia con Hardy Heron está libre de complicaciones. Lo instalé en varias máquinas (incluso en algunas portátiles antiguas) y en cada instalación encontró y reconoció todo mi hardware sin tener que reiniciar el equipo. Los usuarios existentes de Ubuntu disfrutan de una instalación aun mejor: un solo pulso da comienzo a un proceso automatizado que deja intactos todos los datos del usuario.
Esta vez Ubuntu no ha cambiado mucho su estilo general. Ofrece varias aplicaciones nuevas predeterminadas (entre ellas Brasero para grabar CD/DVD, el cliente Transmission BitTorrent y el software de computación en red virtual Vinagre), pero estos cambios parecen selectivos y no radicales. Brasero, por ejemplo, es una herramienta de grabación mucho más completa que las que venían en las versiones anteriores.
Hardy Heron todavía no tiene un Administrador de efectos de escritorio para Gnome; se puede bajar, pero realmente debería venir con la distribución. También falta un administrador decente de temas para aprovechar los Efectos de escritorio.
Ubuntu 8.04 funciona bien donde Windows XP y Vista se atascan, especialmente en el hardware más viejo. Este programa pudiera ser la mejor manera de prolongar la vida de una PC aparentemente moribunda.
Fedora 9
El año pasado, Fedora logró ponerse al nivel de su rival Ubuntu con Fedora 8, que ofrecía un instalador gráfico simple y la mejor compatibilidad con el hardware que hemos visto en una distribución Fedora. No obstante, Ubuntu seguía aventajándolo en la facilidad de instalación y en la facilidad de uso.
Con la versión 9, Fedora ha mejorado su facilidad de uso. Uno de los cambios más importantes en el nuevo Fedora es visible enseguida: su instalador Anaconda puede redimensionar dinámicamente las particiones de NTFS, lo cual facilita la adición de Fedora a las instalaciones existentes de Windows. En general, la rutina de instalación renovada de Fedora es casi igual en simplicidad y facilidad de uso a la de Ubuntu.
Normalmente, Fedora incluye SELinux, que impone las normas de seguridad en todo el SO. Desarrollada por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., esta aplicación hace una excelente labor al avisar a los usuarios si hay amenazas potenciales a la seguridad y administrar la autenticación de los usuarios.
Para quienes no están familiarizados ya con Linux, Fedora 9 es una excelente adquisición. Sus robustas características de seguridad y las opciones de instalación lo hacen algo más versátil que Ubuntu, que presenta una instalación más simplificada (y por lo tanto más restringida). Pero para la mayoría de los usuarios, Fedora carece de la diligente simplicidad de su rival más popular.
Ubuntu 8.04 ofrece un nivel de funcionalidad comparable al de Mac OS y Windows, desde la entrega hasta la instalación y el uso diario. Para los usuarios interesados en probar Linux por primera vez, es la opción más atractiva.
Por: Robert Strohmeyer (PCWLA)
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