El profesor Yuri Moragas Lugo, de 27 años, explicó que Thunderbit ofrece una forma práctica de gestionar contenidos digitales en el entorno universitario, empresarial y en el sector no estatal. Además, el programa es fácil de usar, incluso para quienes no son especialistas, significó.
La iniciativa nació de la experiencia personal de cada uno de sus creadores, «para hacerles la vida más fácil a investigadores, diseñadores, programadores y estudiantes mientras buscan contenidos digitales», aclaró.
El proyecto de los agramontinos ganadores se impuso entre 35 trabajos similares de la comunidad universitaria de España, Marruecos y Cuba, aunque comentó Juan Carlos Mejías —líder del trío ganador y quien mereció el segundo premio compartido con la Universidad de La Habana en un evento similar lanzado por la casa de altos estudios española, efectuado en el curso 2013-2014— que la convocatoria también es extensiva a todos los centros de nivel superior europeos.
Agregó el joven de 25 años de edad, que la noticia la recibieron el lunes 6 de junio mediante la página web de la Oficina de Software Libre de la UGR. Subrayó que la competición se destaca por la evaluación integral y rigurosa de los trabajos, que abarca elementos como la calidad del producto final, las tecnologías utilizadas y la aceptación de cada propuesta por la comunidad internacional del software libre.
El profesor Juan Carlos Mejías aseguró a JR que Thunderbit continúa en desarrollo para que, en un futuro no muy lejano, a través del sistema se puedan hacer recomendaciones que mejoren la experiencia del usuario. Sostuvo, además, que el reconocimiento se dedica por entero a la universidad cubana, muy especialmente a la Ucial, primera creada en la Revolución.
Programado durante siete meses, Thunderbit se consolidó gracias al esfuerzo sostenido de estos jóvenes, quienes tuvieron que superar limitaciones tecnológicas y otras barreras. «Nos impusimos al bloqueo de Estados Unidos, pues nos bloquearon el acceso a servicios informáticos», expresó el estudiante Doniet Vélez.
A ellos se denegó por completo esta posibilidad, disponible en Internet gratuitamente para todo aquel que la necesite. La usaron ininterrumpidamente durante los primeros cinco meses de programación, «pero al estar los servidores de estos servicios alojados en Estados Unidos, luego cerraron el acceso a los cubanos desde cualquier punto de la geografía nacional», aseveró el estudiante.
Afortunadamente, aseguró, tenemos amigos y profesores que nos apoyaron y aportaron su grano de arena.
Fuente: Agencias
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