Con tanto tiempo desde la última versión, podéis imaginar que la distribución ha cambiado mucho. Slax 7.0 Green Horn incluye un kernel basado en Linux 3.6, entorno de escritorio KDE serie 4, el tamaño también es mayor (210 MB), está disponible en versiones de 32 y 64 bits y, aunque en el momento de escribir estas líneas aún está vacía, dispone por primera vez de una tienda de aplicaciones.
La página de módulos también está ahora vacía y sólo podemos contar con lo que viene en la imagen ISO, que no es poco: navegador web Firefox 17.0.1, compilador GCC, aplicaciones KDE en los diversos apartados (juegos, Internet, multimedia, etc.), varias herramientas para trabajar desde consola (en particular herramientas de recuperación), y brinda soporte para más de 50 idiomas, entre ellos Español, Euskera, Catalán, Valenciano y Gallego.
Instalación de Slax
Aunque Slax se puede instalar en disco duro (de hecho tengo la 6.0.7 en un equipo desde que estuvo disponible), el enfoque portable de la distribución la hace ideal para llevar en un pendrive y emplearla, bien para trabajar en cualquier equipo sin instalar nada, bien como herramienta contra desastres.
Es de gran utilidad para rescatar información de discos con el sistema operativo dañado, ya que soporta una gran variedad de sistemas de ficheros, entre ellos: ext2, ext3, ext4, btrfs, FAT y NTFS.
La fórmula para instalar la distribución en el pendrive desde Windows, es ahora más fácil que antes: en vez de la imagen ISO descargamos un fichero .ZIP, que descomprimimos —importante— en el medio extraíble. Una vez que se ha generado por descompresión todo el árbol de directorios, entramos en: [letra unidad]:slax oot y ejecutamos el fichero bootinst.bat, que se encargará de hacer “bootable“ el pendrive. También podemos, claro está, crear un CD con la imagen ISO o probar Slax en una máquina virtual arrancando desde la imagen ISO.
Trabajando con Slax
Cuando arrancamos Slax, pulsando a tecla [Esc] accedemos al menú de arranque, que nos brinda tres posibilidades: “persistente“, “entorno gráfico“ y “Copy to Ram“. La primera sólo funciona con dispositivos USB/Flash de 4GB como mínimo. Si la opción está activa (Slax detecta si se puede emplear), dentro del pendrive o similar se reservará espacio para almacenar los cambios que hagamos en cada sesión.
Si queremos una capacidad superior a los 4GB para la zona de almacenamiento persistente, tenemos que crear el dispositivo USB/Flash desde Linux y formatear el dispositivo con un sistema de ficheros distinto de FAT (EXT4 o BTRFS, por ejemplo).
La ventaja de arrancar en modo persistente, cuando éste es posible, es que las modificaciones se conservan con independencia del equipo en el que hayamos estado trabajando. Todo se almacena en la unidad USB/Flash y no toca para nada los discos duros de las máquinas arrancadas con Slax.
La opción del menú “entorno gráfico” permite arrancar en el entorno de escritorio KDE directamente, que se ejecutará con la cuenta de root. Si iniciamos en modo texto, la contraseña de root sigue siendo toor como antes.
La opción Copy to Ram carga Slax en la memoria RAM, con una doble finalidad: por un lado el rendimiento (podéis imaginar cómo funciona si toda la distribución se ejecuta en memoria), y por otro, la posibilidad de expulsar la unidad USB/Flash y aprovechar la conexión para otros menesteres.
Descargar: http://www.slax.org/es/download.php
Fuente: genbeta.com
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