36 estados de USA y su capital, Washington DC presentaron una nueva demanda contra Google, al considerar que su control sobre la tienda de aplicaciones de Android constituye un monopolio.
Esta nueva riña se produce poco más de una semana después de que un juez desestimara por falta de evidencias una demanda del gobierno federal contra Facebook. Esa demanda fue en Washington y la actual, liderada por Utah, Carolina del Norte, Tennessee, Nueva York, Arizona, Colorado, Iowa y Nebraska se tramita en una corte federal de California.
Los abogados de Google se van a ganar los honorarios. Además de esta demanda tiene que enfrentar una presentada en octubre por el Departamento de Justicia y 14 estados donde se cuestiona su dominio en la búsqueda en móviles; otra sobre el mismo tema presentada por 38 estados en diciembre,; y una tercera demanda de 15 estados relacionada con el mercado publicitario.
Desde la empresa dijeron que de prosperar la demanda, se aumentaran los costos para los pequeños desarrolladores, se disminuirá su capacidad de innovar y competir, y se hará que las aplicaciones en todo el ecosistema Android sean menos seguras para los consumidores.
Según ellos:
"Esta demanda no se trata de ayudar al pequeño o proteger a los consumidores», dijo la compañía. «Se trata de impulsar a un puñado de grandes desarrolladores de aplicaciones que quieren los beneficios de Google Play sin pagar por ello."
Nueva demanda contra Google ¿De qué se trata?
Los responsables de la demanda quieren evitar la puesta en vigencia del próximo setiembre de la nueva comisión que exige Google. Un 30% de los bienes o servicios comercializados en Google Play.
Sobre el tema también hay demandas presentadas por grandes empresas como Epic Games, el desarrollador de Fornite y acciones colectivas en nombre de desarrolladores y consumidores individuales.
Tanto esas demandas como la presentada por los estados, se tramitarán ante el juez James Donato. Y, en este caso no hay diferencias entre demócratas y republicanos. A Donato lo designó Obama, pero entre los fiscales participantes hay republicanos.
Los demandantes sostienen que aunque existen otras tiendas de aplicaciones, Google se aseguró de que ninguna de ella pueda superar más del 5% del mercado. Es así que se niega a permitir que otras tiendas de aplicaciones se descarguen desde la Play Store oficial, que viene preinstalado en todos los teléfonos inteligentes Android. También se niega a permitir que otras tiendas de aplicaciones compren publicidad en su motor de búsqueda o en la plataforma de transmisión de videos YouTube de la que también es dueña.
Los fiscales ponen como ejemplo la forma en que Google intentó impedir que Samsung cuyos dispositivos tienen el 60% del mercado estadounidense de dispositivos Android) impulsara su propia tienda. De acuerdo con ellos, Google le habría ofrecido a Samsung una suma no revelada de dinero por adelantado y una parte de los ingresos obtenidos de su Play Store a cambio de que el fabricante coreano no firmara acuerdos exclusivos de distribución con desarrolladores.
Por lo que se sabe, las negociaciones no prosperaron, pero si logró evitar que desarrolladores abandonaran la tienda de aplicaciones o invitaran a los consumidores a descargar las actualizaciones de otros orígenes. No conforme con esto, además de dificultar la descarga de software de otras ubicaciones, desde Google habrían difundido información falsa para asustar a los usuarios.
La nueva demanda recibió un entusiasta apoyo de la Coalición para la Equidad de aplicaciones , un grupo que incluye a Epic, Spotify y Match entre otras: