Como otros sectores de la industria y los negocios en general, las grandes corporaciones ligadas a las tecnologías de la informática y afines no podían estar al margen del proceso electoral norteamericano. Barack Obama es el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos y tal parece que entre sus medidas está la de estandarizar el uso de OpenOffice en todas las dependencias públicas.
El popular senador de Illinois tiene entre sus planes la masificación del OpenOffice, intención que ha hecho que sectores de la sociedad norteamericana terminen por sumarse a sus ya muchos simpatizantes. Esperamos que, de ganar, cumpla su propuesta.
Esta no es una idea para nada descabellada ni una simpre promesa de campaña inalcanzable en la práctica.
Brasil, un gigente emergente, un país con gran visión y liderazgo, ha estandarizado el software libre en sus escuelas.
Es decir, más de 100 millones de estudiantes en Brasil tendrán varios años más de experiencia en el uso de software libre que los estudiantes en los Estados Unidos de Norte America. Y en una Unión Europea cada día más competitiva en el mercado mundial, las escuelas en los Estados Unidos no puede darse el lujo de ser dejadas atrás.
De hacerse realidad la llegada de Obama a la Casa Blanca, y de cumplirse su promesa,, se colocaria a esta gran nación y al resto del mundo en el camino hacia la aceptación del software libre para incorporarla en la plataforma.
Se podría apostar –y personalmente lo hago- que pasado unos meses después que el gobierno federal adopte el uso del OpenOffice, una cantidad importante de grandes empresas en los EEUU se acogerán a la estandarizacion sin ningún inconveniente.
A seguidas seguirán los distritos escolares y los gobiernos estatales.
Lo conveniente de OpenOffice no es sólo que es gratuito, sino que es sólido, estable y más que suficiente para las tareas del gobierno.
La industria no está al margen de la campaña
Como otros sectores de la industria y los negocios en general, las grandes corporaciones ligadas a las tecnologías de la informática y afines no podían estar al margen del proceso electoral norteamericano.
Las grandes empresas situadas en Silicon Valley aportan millones de dólares a uno u otro candidato presidencialy se esfuerzan por inclinar la balanza hacia el que considean les resultará más favorables a sus intereses. ¿Cuál es el político más amigable para la industria IT?
Durante las primarias demócratas, por ejemplo, según reportó la agencia de noticias británica Reuters, tanto los empleados de Google como los de Yahoo! aportaron dinero a las candidaturas de Barack Obama y Hillary Clinton.
Pero destacó que el senador por Illinois aventajó a la ex primera dama. Basándose en información publicada por el Center Of Responsive Politics, Obama recibió un total de 940.000 dólares por parte de las grandes empresas de Silicon Valley.
Uno de los socios más importantes de la firma de cpaitales de riesgo Mohr Davidow Ventures, Bill Ericson, expresó: “Obama es visto como diferente y, por lo tanto, atractivo para Silicon Valley”.
Llamó especialmente la atención que una mujer muy influyente en esta industria, la vicepresidenta de Google, Marissa Mayer, le diera su apoyo a Obama en lugar de a Clinton.
En esta empresa las aportaciones a Obama fueron muy superiores (85.000 dólares) a las destinadas a Clinton, 61.400 dólares.
Entre los empleados de Yahoo!, Obama también superó a Clinton.
Curiosamente, en Silicon Valley se juega a observar un paralelismo entre los que fueron los dos precanidatos demócratas y la larga lucha que vienen manteniendo desde 1984, Apple y Microsoft.
A Obama se le comparaba con Mac, y a Clinton con lal PC. O lo que es lomismo, uno representa la innovación, la esperadaza y el futuro; y la otra “más de lo mismo”.
Fuente: ClaveDigital.com.do
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