Señaló que las Fuerzas Armadas, la Caixa Económica y el Banco do Brasil son algunas de las entidades oficiales que aplican el uso del software abierto, y el Ministerio de Educación ha distribuido 400 mil computadores y la meta es llegar a 800 mil en 2010, para atender al 93 por ciento de los alumnos de la enseñanza pública.
El mandatario brasileño admitió que tenía cierto prejuicio de estimular la enseñanza de los menores por medio de un computador, porque esa máquina podía inhibir las relaciones sociales de los niños.
Sin embargo, apuntó que cambió de idea al conocer un programa de inclusión digital en Piraí, en el estado de Río de Janeiro, donde los infantes mostraron más interés por los estudios mediante la computación, al tiempo que disminuyó la deserción escolar en esa región.
Refirió que le preguntó a los menores de esa localidad ¿en qué ese computador modificó su vida? y le respondieron que les permite investigar más y a gustar de la lectura, además de que -aseveró- los infantes consideran ese equipo como una cosa sagrada.
Con la asistencia de unos cuatro mil delegados, el Congreso Internacional sesionará hasta el viernes en esta capital.