El acuerdo entre el Gobierno y Microsoft estipula para la implantación de Windows y Office en las aulas escolares, un coste de 8 euros anuales por alumno, que si lo multiplicamos por la cantidad de alumnos que hay, imaginad el dineral que costará adoctrinar a la nueva generación de usuarios.
Digo adoctrinar, porque hablamos de la implantación de un software propietario que va en contra de la idea futura, de que nuestros jóvenes puedan conocer alternativas gratuitas, por lo que Microsoft seguirá estando presente y reinando durante al menos una generación más.
Hemos visto como nuestros impuestos suben para subvencionar a los bancos, para el desarrollo de políticas sociales insostenibles y otras muchas acciones, pero lo que peor llevo es que utilicen nuestros impuestos para costear iniciativas que podrían llevarse a cabo gratuitamente.
De momento, el software libre y un futuro alternativo al imperio de Microsoft se escapa de nuevo, por lo que queridos amigos, ''demos gracias a la política de ahorro de nuestro Gobierno'', ya que deciden costear productos de marca, antes que adoptar plataformas gratuítas.
Fuente: Agencias
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