Animamos al Gobierno Bolivariano para que se articule con las comunidades de Software Libre y Conocimiento Libre -desde donde han surgido los mayores aportes para la iniciativas de las aplicaciones libres usadas hoy por el Estado-, junto a los sectores populares y movimientos organizados del país, para debatir y tomar acciones con el fin de afianzar los Proyectos Canaima, Canaima Educativo e Infocentros, la migración a Software Libre de todas las instituciones del Estado, el desarrollo de una plataforma nacional de infogobierno, el uso de herramientas tecnológicas para un efectivo control de gestión y de seguimiento eficaz a la inversión de los recursos del Estado, entre otros, y se avance cada vez más en lograr nuestra soberanía e independencia tecnológica como Nación, contribuyendo a la construcción del Poder Popular rumbo al Socialismo.
Carta
Caracas, 17 de febrero de 2011
Nosotras y nosotros, los colectivos, ciudadanas y ciudadanos que hacen vida en las comunidades de Software Libre y Conocimiento Libre radicados en Venezuela, saludamos al Gobierno Bolivariano en ocasión de la presentación de su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional, en particular por su éxito con proyectos de gran importancia para el país como Canaima GNU/Linux, Canaima Educativo y los Infocentros, que resultan fundamentales para la educación e inclusión de todas y todos los venezolanos de cualquier edad y condición, brindándoles la oportunidad de apropiarse de las tecnologías y usarlas para aprender, comunicarse, ayudar al desarrollo de sus comunidades, y usarlas como herramientas para nuestra liberación definitiva.
El uso de Software Libre en estos proyectos ha sido fundamental. Más de 800 mil computadoras para niños y niñas usan un sistema operativo en Software Libre parcialmente desarrollado en Venezuela, con contenidos creados con orgullo en nuestro país. Más de 700 Infocentros con equipos que usan Software Libre han permitido que un millón de personas aprendan a usar un computador, lo que bien le ha merecido al Proyecto Infocentros el Premio Rey Hamad Bin Isa Al Califade de la Unesco. Como colectivos que abogamos por el uso y desarrollo del Software Libre y por la construcción y defensa del Conocimiento Libre, aplaudimos estas iniciativas y nos sentimos plenamente identificados con ellas, pues muchos miembros de los colectivos que representamos trabajan o han trabajado en estos proyectos, bien sea voluntariamente o contratados.
El principio radical del Software Libre es el trabajo colectivo, altruista y desinteresado de personas que se reúnen para cooperar en torno a un fin común, aportando su experiencia en distintos ámbitos. Esto supone un cambio en las relaciones y en los modos de producción: Ya no se crean productos para ser vendidos masivamente en el mercado, para que unos pocos acumulen capital, sino que un grupo de personas trabaja de forma colectiva para generar conocimiento que permanece público, permitiendo que otras personas puedan aprender de él y continúen mejorándolo. Pero además, opera un proceso de progresiva comprensión y apropiación de los medios de producción y de las formas en que la tecnología se manifiesta en cada producto y aporte de Software Libre: ya no se asume a las y los usuarios como “consumidores” pasivos: todos somos productores y participamos en la construcción del conocimiento desde Internet.
Nada mejor que el Software Libre para enseñar de forma práctica valores como el altruismo, el compromiso, la corresponsabilidad y el trabajo colectivo, que son pilares de una sociedad socialista. El Software Libre, además, responde a los ejes centrales del Plan Nacional Simón Bolívar porque promueve el Modelo Productivo Socialista, sustentado en la participación protagónica y revolucionaria para fortalecer un nuevo modelo social, humanista y endógeno en pro de la Suprema Felicidad Social.
Es por esa razón que solicitamos al Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, al M.P.P. para la Educación Básica, al M.P.P. para la Comunicación e Información y demás entes del Estado el difundir la importancia del Software Libre en el logro de los proyectos antes mencionados, pues consideramos que, a pesar de la campaña realizada en medios del Estado informando de los mismos, muy pocas veces se ha mencionado la importancia del Software Libre en su realización.
El Software Libre no sólo permitió, por medio del proyecto Canaima Educativo, el ahorro de decenas de millones de dólares en pago de licencias (que hubieran tenido que pagarse en caso de usarse software privativo). Más importante aún: permitió que una nueva generación de venezolanas y venezolanos se apropien de productos educativos que operan bajo las premisas de Simón Rodríguez y de Paulo Freire, en el que técnicos, docentes y comunidades participaron creando proyectos y contenidos adaptados a nuestras necesidades, modificables y mejorables a futuro. El límite ahora radica sólo en la imaginación, la búsqueda de innovación y la construcción colectiva.
En pocas ocasiones, desde nuestros medios de comunicación se explica la lucha desigual de comunidades de Software Libre de todo el mundo contra transnacionales de gran poder, que se valen de estrategias mafiosas para aumentar su control del mercado, atropellando a quienes se les opongan. Son ésas también las que roban al indígena su conocimiento ancestral para comercializarlo; crean fármacos patentados y bloquean la producción de genéricos que salven vidas; son las que diseñan semillas transgénicas y variedades vegetales patentadas, obligando a campesinos a usarlas junto a sus pesticidas, causando daños irreparables al ambiente; son las que acuerdan aminorar la vida útil de sus productos, a fin de sumirnos en una espiral consumista; que imponen su hegemonía cultural en los medios de comunicación, aplastando nuestros valores y tradiciones ancestrales. Son esas transnacionales las que prolongan la existencia de un modelo económico no sustentable, en que los recursos naturales de países pobres son arrasados y sus pueblos explotados en condiciones terribles; en contraposición con países dominantes, capaces de atacar a otras naciones, provocar cambios en sus gobiernos e incluso ir a la guerra con tal de mantener su estilo de vida.
Ésta no es una batalla fácil: la lucha por el cambio de paradigma frente a la tecnología es, en el fondo, parte de la matriz radical de la lucha frente al sistema liberal, ése que condena a nuestros pueblos a la precariedad y la muerte.
Con el software privativo, es decir, aquel que es imposible de usar sin desembolsar dinero o beneficios a una sola persona, aquel en el cual es imposible estudiar su estructura y composición (código), aquel que no permite distribuir copias a nuestros semejantes, aquel que no permite mejorar su código y nos mantiene atados a sus desarrolladores, en resumen aquel que priva de libertad a su usuarios, hubiese sido imposible crear un proyecto comunitario para lograr nuestra independencia y soberanía tecnológica, como el proyecto Canaima GNU/Linux, referencia mundial en materia de Software Libre; hubiese sido imposible que miles de personas se apropien del conocimiento necesario para la construcción de un sistema operativo, estudiando su funcionamiento y adaptándolo a las necesidades de su sociedad; hubiese sido imposible que activistas del conocimiento libre propusieran al Estado sistemas de información libres para la gestión y recolección de datos en los refugios; hubiera sido imposible que grupos de voluntarias y voluntarios ayudaran a más de 120 personas con discapacidad visual (parcial o total) a usar computadores y tener acceso a las tecnologías. Estos ejemplos y muchos más representan un digno ejemplo de transferencia de poder al pueblo para su liberación tecnológica y del modelo capitalista de construcción del conocimiento, impuesto a la fuerza. Ahora, en la era de la información, cobra más vigencia que nunca esta lucha de libertad, emancipación y justicia social.
Por ello, como colectivos, reaccionamos de forma contundente cuando, desde medios públicos y del Estado, lejos de apoyar las tecnologías libres y explicar al público por qué debe involucrarse en esta lucha, se favorece, en ocasiones de forma directa y en otras de un modo inocente y desapercibido, la utilización de tecnologías propietarias, en las cuales el conocimiento está privatizado y protegido por derechos de propiedad intelectual acordes al capitalismo.
No creemos que Microsoft, Apple o ninguna de estas empresas hubieran tenido interés altruista alguno en el proyecto Canaima o el Proyecto Infocentro, ni de lograr que millones de niños y niñas puedan tener una mejor educación. Estas transnacionales se valen de diferentes técnicas de mercadeo (cabildeo con funcionarios públicos, muestras de productos a comunicadores sociales) y aprovechan la buena fe para colocar sus productos en nuestros medios de comunicación, obteniendo promoción gratuita y publicidad por emplazamiento de sus tecnologías privatizadas, en detrimento de las que nuestro Estado y nuestras comunidades intentan producir en fábricas socialistas como VIT, Vtelca u Orinoquia, o en entes como el CNTI, Cenditel, Fundacites o el Ministerio del Poder Popular para la Educación. Ningún regalo de una transnacional de tecnología es una donación inocente.
El uso de productos tecnológicos en nuestros medios de comunicación induce a su difusión. Y aquí no decimos nada nuevo: la sola presencia de estos productos de forma emplazada o explícita en la parrilla de nuestros medios es, en sí misma, una incongruencia y una falta de compromiso con la búsqueda de la soberanía tecnológica pues condiciona favorablemente la percepción de las y los ciudadanos hacia esas tecnologías y en contra del Software Libre. Esto sin mencionar los momentos en los que el discurso ataca el Software Libre y despoja de ideología al Privativo.
Desde lo profundo del trabajo colaborativo dejado como legado por el revolucionario insigne “Che Guevara”, los colectivos y comunidades organizadas que luchamos en Venezuela por la masificación del software libre pedimos que nos brinden oportunidades claras para continuar masificando las tecnologías libres con estándares abiertos y llevarlas a cada rincón de nuestro país para que cada Venezolano y Venezolana tengan la oportunidad de disfrutar de la libertad de pensamiento y se puedan formar personas cada vez más capacitadas en tecnologías libres para seguir conformándonos como una potencia y referencia tecnológica en el mundo.
Como miembros de diferentes colectivos de Software Libre, animamos al Gobierno Bolivariano para que asuma las acciones necesarias en articulación con la comunidad de Software Libre y Conocimiento Libre, con el fin de consolidar los Proyectos Canaima, Canaima Educativo, Infocentro, entre otros, así como para que se de cabida en las universidades del Estado a la enseñanza, investigación y desarrollo del Software Libre, de forma colectiva y comunitaria, de forma que la comunidad universitaria colabore con los proyectos de Software Libre realizados en todo el mundo que, en conjunto, forman las distribuciones GNU/Linux en que se basa Canaima. Especialmente ahora, cuando transnacionales de la tecnología luchan por debilitar dichos proyectos. Esta situación no puede ser ignorada por el Estado venezolano y, por el contrario, debe contrarrestarse. El discurso oficial hacia el Software Libre y hacia el Conocimiento Libre debe, por tanto, ser sólido y claro: es importante transmitir a las y los ciudadanos la claridad y coherencia del Estado y el Gobierno en este sentido.
Reiteramos al gobierno bolivariano la importancia de continuar avanzando hacia la independencia tecnológica, objetivo que sólo podremos alcanzar cuando todo nuestro software sea 100 por ciento libre, funcionando sobre equipos, herramientas y hardware 100 por ciento libres. Esperamos con ansias el día en que las ensambladoras VIT, Orinoquia y Vetelca, que elaboran computadoras y celulares a partir de procesadores, circuitos integrados y componentes importados, den el siguiente paso: que fabriquemos los componentes electrónicos fundamentales de nuestros equipos bajo las cuatro libertades del conocimiento libre. Con trabajadoras y trabajadores que, al contrario de quienes sobreviven en maquilas de otras partes del mundo, ya no sean esclavos de un modelo de explotación del hombre por el hombre, sino que se hayan adueñado del conocimiento. Sólo así podremos hablar de tecnologías realmente libres, populares y soberanas.
A 192 años del Discurso que el Libertador Simón Bolívar impartió ante el Congreso de Angostura, animamos a que, entre todos, podamos superar la tiranía, el engaño e ignorancia en que los grandes poderes mundiales han sumido a nuestros pueblos. Creemos que el Conocimiento Libre y las Tecnologías Libres son fundamentales para independizarnos de quienes nos han dominado y esclavizado por la fuerza o la ignorancia; y para encaminarnos hacia un sistema económico, social y cultural centrado en el ser humano, en función del colectivo, y no de las transnacionales y los grandes poderes que las manejan.
Por las comunidades de Software Libre:
Voceros del COLECTIVO NODOLIBRE http://www.nodolibre.org/
Más información: Carta Comunitaria
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