0 - libertad de usarlo con cualquier fin
1 - libertad estudiarlo y de modificarlo para uso propio (ya sea particular, un organismo público o privado)
2 - libertad de hacer copias para compartirlo
3 - libertad de mejorarlo y distribuir la nueva versión con las mejoras
Véase que acá no se habla de que el software libre tenga que ser gratis. En inglés se confunde el término Free Software porque free puede significar indistintamente libre o gratis. En castellano por suerte no tenemos ese problema. Se puede tomar un software libre, modificarlo y vender el nuevo programa creado a partir del original. Eso sí, el nuevo también tiene que ser entregado como software libre (para evitar que algún vivo tome software libre y lo venda como si fuera un invento propio). Parece una contradicción con la libertad 2 que permite copiarlo pero puede ocurrir que la versión que yo venda tenga algún valor agregado como un manual, demostraciones, imágenes, etc. que hacen atractivo al público comprar mi versión en vez de bajar de internet otra versión gratis. O también puede suceder que le venda a una empresa un software libre para uso interno y me lo compra pero obviamente no lo comparte con otras empresas pues perdería ventajas competitivas (cabe recalcar que las 4 libertades son precisamente eso, libertades, no son obligaciones … o sea que si quiero lo comparto y si no quiero no lo hago).
Expliquemos un poco del proceso de creación de un software. Un programador empieza escribiendo lo que se llama el código fuente (algo así como la fórmula) usando un lenguaje de programación (como Java, C, Python, Ruby, etc.), luego se le realiza cierto proceso (compilación) a dicho código fuente que genera un archivo ejecutable que es el programa en sí. Este archivo ejecutable es el que cuando le damos doble click en la pantalla hace que corra el programa.
El software privativo sólo nos provee del archivo ejecutable, no nos otorga el código fuente con el cual podríamos modificar el programa. Si tengo que hacerle cambios al software, por mínimo que sea (imaginemos una rebaja del IVA que me obliga a cambiar mi sistema de facturación, aunque sea solamente cambiar un numerito en una tabla) estoy dependiendo de quién guarde el código fuente del programa que estoy usando. Si la empresa que lo tiene cerró, por alguna razón (comercial o política) no quiere darme la nueva versión del programa o simplemente me cobra un precio astronómico por hacerlo … voy a tener grandes problemas … y si soy un organismo público ese problema va a ser enorme.
En cambio sí usamos software libre y tenemos problemas con el proveedor, podemos (porque tenemos el código fuente y la licencia que nos permite modificarlo) contratar otro proveedor o realizarle los cambios nosotros mismos al software (lo cual no siempre es fácil pues no es trivial meterse a programar sobre un código fuente escrito por otra persona … pero al menos tenemos la posibilidad de hacerlo). O sea que no dependemos tanto de factores externos lo cual va en el camino de la independencia y la soberanía nacional.
También el software libre por su propia forma de ser, es una gran herramienta para fomentar valores como el de la cooperación, la solidaridad, el compañerismo y la libertad… lo cual no es menor en los tiempos que corren.
Otro punto a favor del software libre es que por lo general requiere menos recursos de hardware para funcionar. Así que no es raro ver sistemas implementados con software libre que usan computadoras que no podrían ser usadas en caso de que el software fuera privativo. Por ejemplo para usar los últimos Windows hay que tener una máquina con no menos de 1 GB de memoria ram mientras que para usar un GNU-Linux [5] (sistema operativo libre) puede alcanzar con 256 MB (cuatro veces menos). Además de Gnu-Linux como sistema operativo hay muchos otros programas libres que se usan a diario (inclusive dentro de Windows para ir acostumbrándose) como Firefox para navegar por internet, Vlc para música y video, Thunderbird o Evolution para cliente de correos, Pidgin para mensajería instantánea, Libre Office para creación o edición de documentos, planillas electrónicas o presentaciones, etc.
Casi me olvido de algunos “pequeños” detalles:
– usando Gnu-Linux en sus computadoras se olvidan totalmente de los virus (que fueron diseñados para Windows) y de tener que reinstalar Windows cada cierto tiempo porque les empieza a andar más lento.
– a nivel de super computadoras, más del 90 % usan sistemas basados en Gnu-Linux
– la inmensa mayoría de celulares de alta gama modernos y tablets usan Android que es software libre
– el Plan Ceibal en nuestro país usa software libre en las “ceibalitas”
– el software libre le “da vida” a pequeñas empresas para dar servicios informáticos y competir con otras
– la inmensa mayoría del software libre es gratis, lo cual implica un gran ahorro (aunque no en el corto plazo ya que siempre hay que gastar en migraciones de software, capacitación, etc.) económico para quien lo adopta
Varios gobiernos y administraciones municipales de todo el mundo han migrado o están migrando sus sistemas informáticos a software libre. Países de todo el mundo [6] como Venezuela, Ecuador, Noruega, Alemania, Rusia, Brasil, España, Francia, China, Japón, Corea del Sur, India, etc. En la página de Wikipedia sobre software libre en la Administración Pública [7] hay un resumen al respecto.
Presidentes como Rafael Correa de Ecuador [8] (ahí pueden ver un video suyo explicando sus razones para adoptar el software libre), Lula da Silva en Brasil [9] (otro video inaugurando el Foro Internacional de Software Libre [10] que se realiza todos los años en el mes de julio en Porto alegre, este año vamos vari@s de Uruguay), Hugo Chávez en Venezuela [11] (otro video) o Vladimir Putin en Rusia [12] han apostado por el software libre en sus gobiernos.
Acá en Uruguay vale resaltar los esfuerzos al respecto en las Intendencias de Montevideo, Canelones y Rocha, la Alcaldía de Maldonado, algunas Juntas Departamentales, el Poder Judicial, ANTEL (que recientemente organizó una Conferencia Internacional [13] con expositores internacionales), Educación Secundaria (en las salas de informática de los liceos tienen instalado Gnu-Linux), las ceibalitas, la Universidad de la República (que está discutiendo un proyecto de adopción de software libre hecho por estudiantes, docentes y funcionarios [14]), etc.
Quiero resaltar el trabajo que se ha hecho en Brasil en cuanto a relevamiento del software usado en distintos niveles de la Administración Pública. Se dieron cuenta de que estaban desarrollando el mismo (o muy similar) software a la vez en distintos organismos y para evitar eso crearon un Portal de Software Público [15] para optimizar recursos, compartir experiencias y potenciar el uso de software libre. Hoy en día el Portal cuenta con más de 60 programas que pueden ser usados por cualquier organismo público brasileño (y de otros países también, acá en Uruguay se usan algunos), empresas o particulares. Han logrado una interacción entre el Gobierno, las empresas y grupos de usuarios que realmente es un ejemplo a seguir por otros países. Aquí en Uruguay sería realmente muy beneficioso para el Estado poder lograr algo similar (hay algunas iniciativas al respecto en etapas muy tempranas todavía). [4] http://www.gnu.org/philosophy/free-sw.es.html
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/GNU/Linux
[6] http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2010/09/17/actualidad/1284714069_850215.html
[7] http://es.wikipedia.org/wiki/Software_libre_en_la_Administración_Pública
[8] http://www.youtube.com/watch?v=j2Ta4KD4tVg&feature=plcp
[9] http://www.youtube.com/watch?v=ZENh06QsB1c
[10] http://softwarelivre.org/fisl13
[11] http://www.youtube.com/watch?v=OezGrpb2yNU
[12] http://www.qmdigital.org/archivos/85
[13] http://www.avanza2012.com.uy/cisl/
[14] http://www.softwarelibre.edu.uy
[15] http://www.softwarepublico.gov.br/
Fuente: alainet.org
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