“Cuando uno paga por un software tiene la licencia pero no es dueño del mismo, solo tiene derecho a usarlo, la compañía creadora y proveedora decide qué hacer, cuántos procesos permite utilizar, qué cantidad de personas lo puede usar, quiénes pueden actualizarlo y hasta qué habrá en la siguiente versión; el comprador de la licencia no tiene ninguna decisión sobre su uso”, indicó.
Para el titular de Linux Internacional, los países no deben continuar pagando por software a Estados Unidos e hizo un llamado para que los gobiernos incentiven a sus científicos a crear softwares.
“Mantenga a ese científico, al dueño del software y paguen su propia programación; de esa manera, el dinero se quedará en su país y habrá dinamismo en la economía”, detalló.
Jon "Maddog" Hall explicó que Microsoft no permite ningún cambio en el software a diferencia de Linux, donde los programadores pueden cambiarlo de acuerdo a sus necesidades.
“En Linux y sus aplicaciones se pueden crear diferentes programas y no se paga, sin lugar a dudas esto hace que la solución sea más fácil, el conocimiento no se vende, se comparte”, enfatizó.
Fuente: Andina
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