
Esa poderosa máquina que se prepara para el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (DOE), del Departamento de Energía de Estados Unidos, registró el año pasado 70.7 trillones de cálculos por segundo, cifra con la que destronó al Simulador Terrestre de NEC.
El mayor desempeño teórico de la máquina podría ser de 360 trillones de cálculos por segundo, ocupando 64 estantes.
La Blue Gene logró una nueva marca al duplicar la cantidad de estantes actuales a 32, cada uno guarda mil 24 procesadores, motores de procesamiento dual conocidos como cores o núcleos.
Estos aparatos contribuyen a solucionar en corto tiempo problemas científicos, que necesitan una alta capacidad de procesamiento, como la simulación de fenómenos naturales o la comprensión de las estructuras de las proteínas.
De esa forma pueden comprenderse mejor y prevenirse la ocurrencia catástrofes naturales como los tsunamis y contribuirse además al desarrollo de medicamentos más sofisticados.
Sin embargo, el poder de la tecnología no siempre es utilizado para mejorar la vida humana, sino también en el desarrollo de armas nucleares.