Para solucionar este problema se estudian dos posibles topologías que no son excluyentes entre sí:
Las redes cooperativas suponen la operación conjunta de las redes de acceso entre varios operadores
Las redes cognitivas utilizan capacidades de auto-configuración para adaptarse dinámicamente a la demanda. Las redes cognitivas consiguen responder a las necesidades de un usuario particular dentro de las políticas definidas por el operador, al tiempo que optimizan los recursos generales de la red.
La principal desventaja de las redes cooperativas radica en la propia gestión compartida de las redes y en la interdependencia entre operadores (que a la vez son competidores), por lo que las redes cognitivas se presentan como la gran esperanza para el sector para gestionar redes heterogéneas a un coste asumible.
CogNet es un proyecto de la National Science Foundation para desarrollar protocolos de comunicación inalámbrica para redes cognitivas. Gracias a los rápidos avances de la microelectrónica ahora es posible incluir una gran capacidad de procesamiento en dispositivos muy pequeños, donde antes era impensable debido a la falta de espacio y al coste. Esto permite sustituir componentes hardware por software y dotar de inteligencia a los receptores sin incrementar el precio de los dispositivos.
Las redes cognitivas se basan en la información procedente de los nuevos receptores inteligentes para conocer el estado de la red en tiempo real lo que aumentará su capacidad adaptativa y las dotará de una gran agilidad. Una red de este tipo, podría funcionar por ejemplo como una red de difusión para difundir una alerta a la población, en este caso el teléfono móvil se comportaría como una radio FM, para luego transformarse en una red de grupo cerrado para los servicios de emergencia.
Las redes cognitivas trabajan en el nivel físico de la pila de protocolos, manejando las frecuencias de emisión y los parámetros de modulación. El proyecto CogNet desarrolla protocolos para las capas superiores hasta llegar al nivel de aplicación. Una puerta abierta para la innovación en el uso de esta tecnología y que permitirá hacer realidad aplicaciones como la del ejemplo anterior o la que propone el MIT.
El MIT Media Lab también está experimentando con una nueva aplicación que ellos denominan la "voz fluida". Para entender este concepto, utilizan el símil de los walkie-talkie en el que para hablar hay que pulsar un botón. Pues bien, la "voz fluida" es precisamente el caso contrario, pulsas para escuchar.
La irrupción del software en los protocolos de radiocomunicación promete convertir las redes móviles e inalámbricas en algo mucho más útil y potente de lo que son actualmente, ofreciendo nuevas oportunidades de negocio para los operadores de redes al tiempo que un importante ahorro de costes.
Por : Jorge L. Arienza
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