Un e-book que finalmente está siendo abrazado por una industria que ha tenido una especial precaución hasta ahora.
Al hacerlo sin embargo puede que se haya perdido algunas de las cosas que hacían especiales a los libros, como por ejemplo, la posibilidad de venderlos cuando los hayamos terminado. Ahora una sentencia europea lo pone difícil.
Por lo tanto, páginas web que permitan a los usuarios compartir libros electrónicos podrían ser denunciadas. Pero, ¿qué pasa con los propios usuarios? En ese sentido, no es tanto que sea ilegal vender libros electrónicos entre particulares, sino que realmente no es posible.
En plataformas como Amazon realmente no se compran los libros en el sentido técnico de la palabra; sino que sólo ganamos el acceso a ellos a través de dispositivos autorizados. No podemos coger el libro y compartirlo con otra persona, mucho menos venderlo.
De hecho, la propia sentencia del TJUE deja entrever que ese es el verdadero problema de la web denunciada, indicando que no han implementado métodos para garantizar que sólo se pueda descargar una copia del libro; eso es lo que lo convierte en "comunicado al público", porque una vez que se descarga el libro, es posible compartirlo con cualquiera.
Plataformas como Amazon Kindle impiden eso, pero con el coste de eliminar algo tan tradicional como regalar un libro que ya hemos leído, por ejemplo. Este es solo uno de los obstáculos que tendrán los formatos digitales para expandirse.
Fuente : tecblog
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