Irlanda ha sido un país clave durante la última década en cuanto a recaudación fiscal. Su impuesto de sociedades del 12.5% estaba muy por debajo de la media de la zona euro, que ronda el 30%. Sin embargo, no era exactamente este tipo impositivo más bajo lo que atrajo a compañías como Google. La legislación irlandesa permitía a través de políticas internas de 'Transfer Pricing' una mayor salida de capital gravable hacia paraísos fiscales como las Bermudas, Delaware o islas Caimán.
Aquí se inician dos técnicas de ingeniería fiscal que habrían permitido a Google ahorrarse hasta 24.500 y 23.000 millones de dólares en 2018 y 2017 respectivamente, según Reuters.
La primera de ellas es conocida como el 'doble irlandés'. Imaginemos que una multinacional abre una empresa de nacionalidad irlandesa en las Islas Bermudas y la sede norteamericana vende todos sus derechos de propiedad intelectual internacional a estas empresa en las Bermudas. Por otro lado, se crea otra sucursal en Irlanda desde donde se gestionan todas las ventas para el resto del mundo.
En segundo lugar está el 'sandwitch holandés'. La multinacional crea otra sede en Holanda, donde gracias a la fiscalidad irlandesa puede deducir fiscalmente los gastos transferidos dentro de Europa. La sede irlandesa se los vende a la holandesa y después, esta sede holandesa se los vende a la sede irlandesa en las Bermudas.
Es decir, un ciclo de movimientos para que los ingresos generados en un país (con leyes restrictivas) son gestionados desde otros dos (donde se realiza la ingeniería fiscal) y tributados en un tercero (con un tipo impositivo más bajo).
Todo este dinero generado no puede retornar a USA, ya que si lo hiciera, el capital tendrá que tributar con el impuesto de sociedades norteamericano. Pero la legislación de Irlanda y los EE.UU ha cambiado en los últimos años, lo que nos lleva a una nueva situación financiera.
Fuente : xataka
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