"Si tuviera que atribuir el éxito a una sola decisión sería la de ceder por completo la licencia de uso. Al ser software libre nos aseguramos una amplia adopción, es una estrategia ganadora", dice Rubin, de 47 años.
Se niega a dar cifras, como el número de ingenieros en sus filas. "Calcula, caben en este edificio", sonríe mirando al techo. Tampoco confirma si será capaz de arrebatar a Symbian el primer puesto mundial en 2015, como predice la consultora Gartner. "Android es completamente abierto, tenemos todos los ingredientes para crecer de forma masiva".
Eso sí, lanza unos cuantos recados a sus competidores: "Symbian se ha retirado a ser solo el sistema operativo de Nokia. Verá una distribución limitada. Y Windows Phone 7 no deja personalizar, todos parecen iguales... El mundo no necesita otra plataforma, solo quedarán dos o tres sistemas operativos en el móvil".
Al hablar de iOS de Apple su tono se vuelve filosófico. En octubre, Steve Jobs explotó contra Google acusándolo de confundir a la gente al decir que iOS es cerrado y Android abierto. "En realidad, iOS es integrado y Android muy fragmentado", precisó Jobs. Rubin respondió en Twitter dos horas después, colgando el enlace a la página de descarga de Android. "Lo hice porque esa es mi definición de abierto: coger el código fuente sin pagar licencia y hacer con él lo que quieras. Cualquier fabricante lo puede hacer. iOS solo funciona en un producto Apple, esa es mi definición de cerrado y propietario".
Está por ver si la apertura acabará dañando o no a Google. Fabricantes y operadores la aprovechan para modificar el sistema a su antojo y convertirlo en un nuevo entorno cerrado, dando prioridad a sus contenidos. Tal vez por eso su tienda de aplicaciones todavía no ha sido capaz de recortar la diferencia de 200.000 que le separan de la de Apple. "Ser la segunda tienda del mundo tampoco está mal", dice pensativo.
En la voz se le nota el peso de dos sonados fracasos: el chasco de las ventas del Nexus One y el cierre de la tienda online del móvil. "Fue una decepción. Pensé que sería algo brillante vender móviles por Internet, como los libros, pero no funcionó, era demasiado pronto". Pese a los baches, la movilidad es un negocio de 1.000 millones de dólares para el buscador. "Android es una parte de esa cantidad y es rentable, nos permite llevar los servicios de Google al móvil y cobrar por publicidad".
La siguiente meta pasa por las tabletas. Honeycomb (colmena, en inglés) será la versión mejorada para estos equipos, aunque Rubin desmiente los rumores sobre el lanzamiento de una tableta de Google. "No veo la necesidad, solo pondremos nuestro logo en el producto de un socio si este nos lo pide".
Se hace el loco con el iPad. "Ni idea de cuántos han vendido". Más de cuatro millones en el último trimestre. "¿Sí?, vaya, son cifras impresionantes. Las tabletas se comerán a otras categorías de productos, igual que el smartphone hizo con la PDA, pero no diría que el PC está muerto. Simplemente, evoluciona".
Con vistas al futuro, la estrategia es clara: un sistema para múltiples equipos. "Esa es la clave, el desarrollador que trabaja con nosotros sabe que sus aplicaciones funcionarán en móviles, televisiones, tabletas, netbooks..." Son muchos sectores, ¿no suena a monopolio? "Todo lo contrario. No controlamos nada, Android es libre".
Fuente: ElPais
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