Han sido muchos años esperando el verdadero despegue de la Realidad Virtual, esa tecnología que tenía que cambiar el mundo digital. Lo cierto es que siempre se ha visto como una herramienta futurista; pero, a la hora de la verdad, acababa relegada a demostraciones en ferias sectoriales y a presentaciones para invitados VIP. Sin embargo, la posible llegada del Metaverso parece haber reactivado, intensamente, este proyecto.
El Metaverso basa una parte importante de su viabilidad en esta tecnología y, por tanto, necesita que se desarrolle para cumplir con su objetivo, llegado el momento. Además, le ha dado un “hype” que ha devuelto la atención de parte de la sociedad hacia esta herramienta. Lo cierto es que, más allá de argumentos cinematográficos y golpes de efecto espectaculares, tanto la Realidad Aumentada como la Realidad Virtual pueden tener un enorme recorrido a nivel empresarial y profesional, aportando nuevas soluciones y servicios para los clientes.
Una tecnología que ya está en uso
Uno de los sectores que puede verse más beneficiado y que, de hecho, ya está haciendo uso de esta herramienta, es la formación de profesionales. La capacidad para crear espacios virtuales y simular las actividades laborales es una gran solución, tanto para ahorrar costes como para evitar riesgos, cuando la tarea a entrenar es peligrosa. Uno de los ejemplos más clásicos es el de los simuladores de vuelo; pero hoy ya podemos ver otros casos, como las intervenciones ante catástrofes, el manejo de maquinarias pesadas y otras situaciones similares.
Sin duda, el sector de los juegos se ha convertido en uno de los más potentes del mundo; en parte, gracias a su uso innovador de los avances técnicos. Y, aunque ya existen algunos títulos disponibles para Realidad Virtual, se espera que su uso se generalice en los próximos años. Con esta tecnología, el usuario pasará de observar la acción del juego a sumergirse en ella. En un juego del género “Shooter”, el protagonista puede utilizar los movimientos naturales del cuerpo para cumplir la misión. En los juegos de Blackjack en España, el usuario se trasladará a una réplica exacta y detallada del casino para participar en la partida. En un título de estrategia se podrán mover las piezas del puzles como si se sostuvieran en las manos. En definitiva, todo una inmersión en el contexto de la trama argumental en cada caso.
La arquitectura y la reforma también son dos interesantes campos de aplicación para esta herramienta. No sólo porque se pueda mostrar el futuro resultado de una construcción al cliente y, de forma automática, introducir cambios y propuestas. Además, los profesionales pueden experimentar con diferentes posibilidades, aplicando cálculos y añadiendo materiales y viendo los resultados, sin necesidad de costes elevados o riesgos. Por su parte, el mercado inmobiliario también ahorra tiempo a sus potenciales clientes mostrando diversas viviendas, de forma realista, sin desplazamientos y pudiendo acceder a un importante catálogo en el que elegir.
Aplicaciones menos conocidas
No es nuevo, tampoco, su uso en la medicina. En parte, porque permite simular intervenciones a cirujanos, antes de hacerlo con un paciente “de carne y hueso”, bajo la supervisión de profesionales experimentados. Pero, por otra parte, también se ha convertido en un instrumento de diagnóstico, a nivel cognitivo; y de tratamiento para algunas patologías mentales y neuronales. Incluso es útil para la información y educación del paciente; para que conozca, de forma gráfica y dinámica, el funcionamiento de su dolencia o del tratamiento que se le va a aplicar.
De hecho, la utilidad de esta tecnología abarca campos que podrían parecer, incluso, contradictorios. Por ejemplo, el turismo. Habrá quien piense que visitar un lugar virtualmente significa desechar un viaje; pero, todo lo contrario: ver los atractivos de ese destino puede animar al turismo de una región. Y también encontramos aplicaciones en áreas que nos podrían sorprender, como el deporte; aunque, a estas alturas, muchos han oído hablar de los simuladores de Fórmula 1 y su papel en la competición.
En definitiva, la lista es larga e incluye, también, el cine, la moda, la industria, el comercio digital, los eventos y tantos otros casos. Por supuesto, estas aplicaciones y otras potenciales requieren de tres importantes factores: la inversión en los equipos, la formación y capacitación y, por otra parte, la creatividad y apertura de mente de muchos emprendedores. Pero es innegable que las posibilidades son más que interesantes para el tejido empresarial.