Una vez que se labora en el sistema operativo Linux, es fundamental seleccionar (entre la extensa variedad que existe), el ámbito de escritorio que mejor se adapte al cliente final y que sobre todo, ofrezca el mejor rendimiento del equipo en el cual se va instalar.
Gnome, nace como una opción del todo independiente al popular KDE. El plan Gnome, ha sido iniciado por los desarrolladores mexicanos Federico Mena y Miguel de Icaza y en la actualidad está disponible en 48 lenguajes, lo cual se incrementa de forma considerable su versatilidad y lo hace bastante llamativo a la vez. Una de las primordiales propiedades que tenemos la posibilidad de resaltar de este ámbito de escritorio, es su sistema interactivo enteramente intuitivo, el cual ayuda al cliente laborar de manera fácil, sencilla y veloz. El sistema de menú de Gnome, es bastante completo y su interfaz de cliente es enormemente configurable, por lo cual el cliente puede adaptar el manejo de Gnome a las propiedades de hardware de su equipo, maximizando de esta forma la utilización de recursos de máquina. El gestor de ventanas de Gnome, es bastante eficiente y bastante adaptable, lográndose una gigantesca facilidad de uso al laborar con ventanas. Otra característica notable de este ámbito de escritorio, es su gran proporción de herramientas y aplicaciones, en medio de las que tenemos la posibilidad de hallar procesadores de escrito, hojas de cálculo, programas de mensajería, herramientas de programación, juegos, entre otros, todo lo que convierte a Gnome en uno de los superiores espacios de escritorio que hay para Linux.