“La intención es que Linux avance en todas las aplicaciones del Estado: páginas web, bases de datos, sistemas operativos de escritorio y los trámites que se puedan hacer mediante Internet”, declaró a medios transandinos el director General de Informática de Argentina, Eduardo Thill.
La batalla en el campo de los sistemas operativos está servida. Si eso significa, para los millones de usuarios del mundo de la informática, que accedan a precios razonables a los servicios informáticos, poco importará entonces si IBM, en su afán de ganar la batalla contra Microsoft desarrolla el software libre. Poco importa en ese campo si SCO se querella contra IBM y anhela ser absorbida y superar así sus dificultades financieras.
Si la lucha por el software libre lleva a que Microsoft tome medidas, hasta ayer impensadas: flexibilización de precios, compartir el código fuente, y desarrollar la plataforma .Net, frente al avance de Linux y otros programas de fuente abierta, bienvenida sea la lucha informática. Para Moledo “Linux puede derrotar a los grandes gigantes de la burguesía informática e inaugurar una nueva sociedad sin clases, puesto que los usuarios son a la vez los productores de los programas. En el mundo global, hoy, los usuarios no tienen nada que perder más que sus cadenas informáticas".