Sharp fue políticamente correcta en su despedida de ayer. Pero Garrett, el encargado de crear parches de seguridad que implementen la interfaz BSD, no se ha querido quedar callado. Ha asegurado que las cosas no van a cambiar porque el propio Linus ha dice sentirse bien con su forma de comportarse y no hay nadie en el equipo de desarrollo que vaya a deponerlo.
"Al final es una mezcla de estar cansado de vérmelas con la mierda asociada al desarrollo de Linux y darme cuenta de que seguir aguantándolo es favorecer a que este comportamiento continúe", ha escrito Garrett en su blog, donde también ha utilizado "La magia del software libre" para publicar un enlace al repositorio en el que subirá por su cuenta las novedades de la ramificación del kernel en la que estaba trabajando.
El desarrollador también ha recordado un turbio desencuentro de hace dos años, cuando tras pedirle amablemente a Linus Torvalds que publicase un conjunto de parches, este le contestó de muy malas maneras diciendo que no iba a cambiar Linux para chupársela a Microsoft como hacían en Red Hat, la empresa en la que trabaja Garrett.
Conviene recordar que muchos de los que trabajan en el desarrollo del kernel de Linux lo hacen de manera voluntaria mientras mantienen su trabajo aparte en otras empresas. Esta es una de las principales razones por la que muchos están cansados de soportar gratuitamente esta situación, y el propio Garrett se ha despedido diciendo que sólo volverá cuando le paguen por estar ahí.
Parece que el ambiente entre los desarrolladores del kernel de Linux está más caldeado que nunca, y que pese a que en marzo el propio Torvalds respaldó un texto en el que se adoptaba un código de conducta para resolver los futuros conflictos, este no ha conseguido apagar este nuevo incendio. De momento Linus no se ha mencionado ha hecho ningún tipo de declaración respecto a estos abandonos, estaremos atentos por si hubiera alguna novedad.
Vía | Matthew Garrett
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